Cuando me pidieron que escribiera algo referente a , tecnología , las mujeres en la tecnología o un mensaje motivador para todas aquellas mujeres que nos dedicamos a la tecnología, acepte con el corazón, pensando en que iba a ser muy fácil escribir, la verdad es que no lo fue, porque hay tantas cosas que decir, tantas ideas que compartir, que no lograba articular el mensaje, pero ya saben , que si uno pide con mucha fe el universo conspira para que se dé y entonces el fin de semana justo antes de entregar estas líneas,  llego la inspiración:

He estado rodeada de mujeres toda mi vida, soy la segunda hija de 4 (todas niñas por si tenían duda), en mi familia el 70% somos mujeres, entre primas, tías, sobrinas, el matriarcado a todo lo que da, pero como somos “hartas” mujeres como se dice en mi pueblo, pues habemos de todo, maestras, médicos (generales, cirujanas, nucleares), odontólogas, chefs, comunicólogas, biólogas, arquitectas, QFB, abogadas, mixólogas y solo una ingeniera, aja, adivinen ¿quién es?, sí, yo, la que está escribiendo estas líneas.

No les puedo decir que es fácil o que lo fue estudiar una ingeniería, tuve que pasar por muchas cosas, supongo que al igual que tú, desde “deberías estar haciendo tortillas” (en mi clase de cálculo, por ejemplo), “pero eso es de hombres, como lo vas a hacer tú” hasta “tú no puedes”.

Pero aprendí que el “tú no puedes” es un RETO, aprendí que si me caía me tenía que levantar, aprendí también con el paso de los años a no solo levantarme y sacudirme el polvo de la caída si no también esas ideas polvorientas donde las mujeres solo podemos aspirar a casarnos y tener hijos, también he aprendido que hay cosas más importantes en las que debo de poner atención, como la red de amistades que te tejo, aquellas mujeres que quiero en mi círculo cercano, mujeres que admiro, mujeres que han sido un ejemplo, mujeres que al igual que yo tuvieron que luchar por alcanzar su sueño, estas líneas son un pequeño homenaje a todas aquellas mujeres que me han Empoderado, mis mujeres maravilla, comenzado por mi madre, que me dio el consejo más valioso que jamás nadie me había dado, “las oportunidades no llegan dos veces, así que agarra tu maleta y vete”, nosotras como género también tenemos que aprender a agradecer y a crecer juntas, nosotras seguimos siendo parte fundamental de todo crecimiento, tanto evolutivo como de tecnología, si no pregúntele a Ada Byron o a Marie Curie.

Yo soy Sol Estrada, una  mujer como tú, que lucho por el sueño que tenía y hoy escribe estas líneas para decirte que las mujeres también podemos, que tú puedes ser lo que tú quieras ser siempre y cuando sea por convicción, pide y el universo conspirará.

Autor: Sol Estrada

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