Antes de comenzar por el tema medular de este artículo, me gustaría platicarles un poco de mí.

Hace 5 años, comencé con mi carrera universitaria; hace un mes que la terminé y me siento sumamente orgullosa de mí misma por el valor de terminar algo que jamás en la vida pensé hacer: mi ingeniería en Tecnologías de la Información (TI), y es una de las elecciones en mi vida de la que jamás me arrepentiré.

Durante mis días de universitaria, participé en una convocatoria para obtener una beca al extranjero, uno de los requisitos para solicitarla, era presentar un proyecto donde se detectara alguna problemática social y una vez identificada, debería proponer una solución mediante el uso de Tecnología, y una de esas problemáticas fue la siguiente…

Algo que siempre me llamó la atención durante mi carrera, era el porcentaje de mujeres versus hombres que habíamos en TI, éramos 30 alumnos aproximadamente en mi primer grupo, de los cuales veintitantos eran hombres y el resto éramos mujeres. Conforme avanzábamos de cuatrimestre, desertaban más compañeras; eso no sólo lo observaba en mi grupo, sino también en los demás grupos de la misma área. Algo muy similar pasaba en la carrera de Mecatrónica o carreras afines, donde si había una mujer era como un “milagro”.

Investigué en Internet, en distintas fuentes confiables y me di cuenta que la situación de la cual me había percatado, no era algo que estaba imaginando y que la gran brecha de mujeres en STEM (por sus siglas en inglés: Science, Technology, Engineers and Maths) era un problema que no sólo pasaba en mi universidad, en mi ciudad o en mi país, sino que era un problema social de talla mundial.😳

Desde ese entonces, mi gusto por la divulgación de temas referente a #WomenInSTEM ha sido parte de mi labor social en este mundo. He dado pequeñas conferencias referente a dicho tema en eventos realizados en León, Manzanillo, CDMX, próximamente en Querétaro, y así lo seguiré haciendo mientras a alguien le interese escucharme, he dado entrevistas en distintos medios de Comunicación, he escrito algunos artículos por la necesidad de expresarme por esta vía, y me he involucrado y he colaborado en comunidades donde se promueve el acercamiento de niñas y mujeres a las STEM: Epic Queen, Technovation, Temachtiani y Heroikka; organizaciones sin fines de lucro en las que he aprendido demasiado y las cuales me han llevado a ser co-fundadora junto con un equipo de mujeres increíbles de una comunidad llamada Iconmunity y en la que actualmente estamos súper activas en nuestra ciudad realizando labores con impacto social-tecnológico, y donde al mismo tiempo somos comunidad embajadora de la iniciativa a nivel mundial llamada Technovation.

El objetivo coincidente de estas comunidades en las que he colaborado, es el apoyo a disminuir la brecha de género en las STEM y cambiar estadísticas de niñas y mujeres en dichas áreas, ¿cómo lo hacemos? a través de conferencias y workshops presenciales donde los temas son relacionados con las STEM o áreas afines, difusión de convocatorias de diferentes sectores a través de nuestras redes sociales, participaciones en competencias mundiales donde el objetivo es despertar en las chicas el interés por las Ciencias y Tecnología, alianzas y colaboraciones con otras organizaciones y comunidades. Es un trabajo enorme el que se hace, sin embargo, en lo personal, la pasión por mi carrera y mis ganas de ver a muchas mujeres en TI, es lo que me mueve cada día a hacer algo por ello.

Y ahora sí, volviendo al punto principal de este artículo, que lleva por nombre “¿por qué sólo para niñas?”, decidí usarlo porque es una pregunta tan frecuente a la que nos hemos enfrentado la mayoría de las personas que colaboramos en este tipo de iniciativas. Entiendo y estoy consciente que no todo mundo está enterado de la situación actual en la que nos encontramos estadísticamente a nivel mundial sobre este tema, y no tengo ningún problema en explicarlo y compartir lo que sé al respecto, al contrario, me agrada que estén interesadas o sientan curiosidad en saber por qué lo que hacemos es sólo para niñas (o mujeres, dependiendo del enfoque del evento que organicemos); no obstante, me he topado con personas que su pregunta u “opinión” no la hacen con el fin de quererse informar, sino todo lo contrario, lo hacen con cierto sarcasmo y hasta con saña, que inmediatamente se percibe la intención, no sin antes, habernos tachado de feministas, discriminadoras y/o “feminazis”, usando esos adjetivos a manera de “ofensa” cuando ni siquiera han dedicado ni cinco minutos de su vida en documentarse y dar mejores argumentos que los antes mencionados; personalmente, el que más me molesta que lo usen como ofensivo es el de “feminista”, porque estoy segura que no tienen ni la más remota idea de lo que significa serlo y al final en vez de hacerme sentir mal, lo único que me provocan es decirles de la manera más educada posible que tomen un libro referente a feminismo y lo lean, y que si no saben del tema mejor ni opinen, ¿fácil, no?

Si tú eres de esas personas que realmente están interesadas en saber por qué apoyamos estas causas, te invito a seguirme leyendo. En noviembre del 2017, UNESCO publicó un reporte llamado “Cracking the code: Girls’ and women’s education in science, technology, engineering and mathematics (STEM)”, en el que confirma que sólo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de Física, Química o Medicina desde Marie Curie en 1903, en comparación con 572 hombres, además, menciona que hoy en día, sólo el 28% de todos los investigadores del mundo son mujeres; es con estos números que me doy cuenta que esta disparidad no es una tendencia ni algo nuevo que me acabo de inventar, es un tema con el que venimos arrastrando desde siglos pasados.

Un artículo recién publicado por Forbes México, menciona que el reporte del Banco Mundial (BM) “At a Crossroads: Higher Education in Latin America and the Caribbean” advierte que 44.7% de las personas que se integran a la educación superior, lo hacen en estudios relacionados con las ciencias sociales, las leyes y los negocios.

En tanto que 21.3% en ingeniería, manufactura y construcción; 12.5% en educación; 9.0% en salud y seguridad social; 5.5% se enfoca en la ciencia; 4.4% en humanidades y artes; 1.7% en la agricultura, y 0.7% en carreras de servicio; este estudio habla de ambos géneros, pero si nos vamos al sector femenino exclusivamente, de acuerdo al último estudio de la UNESCO, dentro de la población estudiantil femenina en la educación superior a nivel mundial, sólo alrededor del 30% elige campos de estudio relacionados con STEM.

Las diferencias se observan por disciplinas. La matrícula femenina es particularmente baja en TIC (3%), ciencias naturales, matemáticas y estadística (5%) e ingeniería, manufactura y construcción (8%); la más alta es en estudios de salud y bienestar (15%).

Es un hecho y lo estamos viviendo, cuántos puestos laborales se han visto beneficiados por la automatización y robotización de varias actividades y seguirá en incremento en los próximos años, es en este sentido que la demanda de empleos se inclinarán a las áreas STEM.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dejan ver que 78.22% de los estudiantes de 18 años no están interesados en dedicarse a las Ciencias, dejando claro que la innovación y productividad de México se vería afectada en caso de que se integren menos estudiantes a esas áreas.

Ahora, seguro te preguntarás “¿y a mí cómo me afecta?” o “¿y a mí qué me importa esa información?”, pues bien, aterricemos la siguiente situación que te voy a compartir, pongamos de protagonista a una niña que conozcas, puede ser tu hija, tu sobrina, tu prima o a quien tú quieras; ¿ya la pensaste? ¡perfecto!

Pon atención:

Para el 2030, de acuerdo a varios estudios realizados, se prevé que el 85% de los trabajos que habrá para esos entonces, no existen en la actualidad, algunos de ellos ya están comenzando a salir a la luz, y estos tienen que ver con Inteligencia Artificial, Blockchain, Robótica, Internet de las Cosas (IoT), Singularidad Tecnológica, Seguridad Informática, Big Data, Machine Learning, FinTech, Cloud Computing, entre otras.

La mayoría son trabajos relacionados con el campo tecnológico y estas nuevas profesiones que están apareciendo (y que seguirán haciéndolo) han hecho que las cualidades buscadas en el talento humano hayan ido variando a lo largo de los últimos años. El tener tu comprobante que avale que eres ingeniera o licenciada está dejando (en algunos casos) de ser irrelevante, el clásico “inglés medio” o el tener conocimiento básico de Paquetería Office, no es de gran impacto, la cosa va mucho más allá. Y conforme vayamos avanzando veremos cómo todo esto evoluciona como si no hubiera un mañana.

La tecnología ha modificado radicalmente la manera en la que las empresas u organizaciones realizan sus procesos de selección de personal; y no por moda, sino por necesidad de adaptarse a lo nuevo. Si miramos a nuestro alrededor, el contexto social y tecnológico en el que estamos viviendo, no está dejando de otra más que evolucionar el perfil del trabajador especializado, además cabe destacar, que aparte de contar con los conocimientos técnicos y teóricos, están integrando cualidades tipo: inteligencia emocional, habilidades de solución de problemas, de liderazgo, de aprendizaje continuo, de comunicación, de adaptabilidad, de tener iniciativa, de tener un pensamiento crítico y analítico, en fin, la lista se sigue extiendo.

Ahora, yéndome a la parte de oportunidades laborales y salarios, las prestaciones y beneficios que dan empresas de este tipo que están innovando y generando puestos laborales como los antes mencionados, son todas a favor de tener a su equipo colaborador en las mejores condiciones y donde se respire un ambiente donde todo mundo tenga ganas de aportar, cooperar, seguir aprendiendo y crecer juntos como equipo. No soy reclutadora ni nada por el estilo, pero, el estar dentro del sector de TI, me ha permitido el ver, conocer y comparar el ambiente laboral de distintas empresas de TI y la verdad era algo que yo hace unos años creía inimaginable.

En fin, volviendo ahora al ejemplo de la niña en la que te puse a pensar unas líneas atrás, imagina, qué va a pasar el día de mañana cuando esa niña sea una profesionista y quiera conseguir un trabajo en donde a parte de querer colaborar en una empresa de buen nivel, quiera tener un buen ingreso, las mejores prestaciones, quiera seguirse preparando profesionalmente y no pueda obtenerlo porque no tiene ni las habilidades ni el conocimiento técnico ni teórico de las nuevas tecnologías que se estarán usando en ese momento, sólo porque eligió estudiar una carrera que no tuviera nada que ver con Ciencias o Tecnología porque según ella (o porque según la sociedad) son carreras “difíciles” o son sólo para “personas inteligentes” o porque son “carreras de hombres” (aunque no lo crean, en pleno 2018 sigo escuchando esto último).

¿Qué va a pasar? Pues va a pasar que la brecha de género de mujeres en STEM siga igual o peor a las que te presenté en la gráfica, va a pasar que la innovación y nuevas invenciones seguirán en manos del sector masculino, no digo que sea malo, es buenísima su aportación, además, de que lo hemos estado viendo durante siglos, la mayoría de los investigadores, inventores, científicos son hombres (o al menos eso se menciona en la mayoría de la literatura), pero no debemos olvidar que somos complemento hombre-mujer, necesitamos nosotras también aportar de nuestro intelecto a las nuevas invenciones para poder avanzar en beneficio de la sociedad, ¿qué va a pasar? va a pasar que como mujeres seguiríamos siendo invisibles en las STEM o no destacaríamos en el campo de las nuevas tecnologías, por haber estudiado una “carrera fácil” o por seguir pensando que “yo no soy buena para la tecnología” (que es otro tema del cual escribiré en unos días), y bueno, realmente, es algo que a mí no me gustaría ver en 12 años; es por todo esto que trato de aportar parte de tiempo y mi conocimiento en las comunidades en las que estoy, donde promovemos el acercamiento de las niñas y mujeres a las STEM, es por todo esto que cada mañana me levanto con la intención de ayudar o dar un consejo a las chicas que me lo piden cuando están en duda de qué hacer con su vida profesional, es por todo esto que estoy en pro de que más mujeres tomen la educación como su arma más poderosa mientras estudian, para que el día de mañana, puedan romperla en cualquier parte del mundo donde se paren y se sientan seguras de ellas mismas y que se la crean que pueden hacer eso y más.

Y si alguien me pregunta “¿por qué todos sus eventos/talleres son sólo para niñas y mujeres?, ¿por qué no aceptas a niños? ¡Eso es discriminación! Ellos también tienen derecho a las mismas oportunidades, ¡blablablá!”, mi respuesta es todo este artículo que acabas de leer pero en resumen, además, de que les hago la observación de que eventos como los que realizamos, hay otras organizaciones o comunidades que los realizan para ambos géneros, así que, es absurdo, que digan que no encuentran algo así cuando en realidad es que sí existen, un poco de investigación o sondeo no le hace daño a nadie, pero de igual manera, tratamos de orientar a esas personas de lugares para que lleven a sus niños para que se involucren con las STEM y vean que no tenemos nada contra el sector masculino.

En verdad, si eres papá, mamá, hermano(a), tío(a), primo(a) de la niña que imaginaste, motívala siempre y haz que no pierda el interés por ser una súper girl cuando sea grande, no hay mejor orgullo y satisfacción que ver a los nuestros triunfando en todo lo que se proponen. Ahora bien, estoy consciente que no todas tendrán la misma curiosidad por estudiar algo relacionado con las STEM, y es algo que respeto, sin embargo, vale la pena insistir e intentarlo, créeme que si de 10 niñas una de ellas se queda, no sabes el valor tan significativo que haz aportado para que las estadísticas de mujeres en las STEM cambien.

Yo me siento muy orgullosa de ser una ingeniera más en TI, y quiero que más chicas lo sean también, mi agradecimiento por ello lo retribuyo a la sociedad a través de estas pequeñas acciones que hago en mi día a día y es por todas estas razones que puedo responder a la pregunta “¿Y por qué sólo para niñas?” ❤👧🚀💻

Las imágenes utilizadas para este artículo, forman parte de una campaña que amo muchísimo llamada “I am like other girls”❤. La ilustradora Tara Anand, con sede en Nueva York y Mumbai, y la ilustradora Ellie Lee iniciaron este proyecto en Instagram, donde quieren afirmar el simple hecho de que es imposible generalizar todo un género. Se esfuerzan por redefinir lo que realmente significa ser como las otras niñas. ¡Sigan este proyecto, les encantará!

Autor: Nancy Salazar

Fuentes consultadas para la realización de este escrito:

UNESCO (2017), Cracking the code: Girls’ and women’s education in science, technology, engineering and mathematics (STEM), Recuperado el 30 de enero de 2018, de http://unesdoc.unesco.org/images/0025/002534/253479E.pdf

Navarro, M. F. (2018), “Los jóvenes no están eligiendo las profesiones del futuro”, recuperado el 10 de febrero de 2018 en https://www.forbes.com.mx/los-jovenes-no-estan-eligiendo-las-profesiones-del-futuro/

Signatur (2018), “Las top 7 habilidades que vas a necesitar para el trabajo del futuro”, recuperado el 10 de mayo de 2018 en https://blog.signaturit.com/es/top-7-habilidades-trabajo-del-futuro

 

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